Esta tecnología, conocida también como impresión directa en tarjetas, utiliza cintas compuestas de paneles consecutivos con colores primarios. Dichos paneles se calientan con un cabezal de impresión que transfiere los colores a la tarjeta.
1. Los paneles, cada uno con un color primario (amarillo, magenta y cian), se aplican sucesivamente mediante sublimación. Esta tecnología permite obtener una resolución de 300 ppp, que garantiza un acabado profesional.
2. A continuación, los textos y códigos de barras se imprimen con un panel negro mediante transferencia térmica, de modo que se garantiza una legibilidad perfecta.
3. Finalmente se aplica un barniz protector a la tarjeta impresa. Este procedimiento garantiza una calidad de imagen y una protección de las tarjetas que permite utilizarlas hasta por tres años.